Laura Pretto Vargas

Bare es una pintura sobre la exposición, sobre lo que queda cuando se elimina todo lo innecesario. A través de una paleta de dorados radiantes, suaves tonos ruborizados y rosas sutiles, esta pieza captura la vulnerabilidad de la presencia y el poder silencioso de la honestidad emocional.

 

El movimiento dentro del lienzo se siente como si se deshiciera y se transformara a la vez, como si la luz misma se disolviera en color. Trazos gestuales y lavados de pigmento crean una textura envolvente —a veces nubosa, a veces con un toque de fuego— que invita al espectador a un espacio donde coexisten la claridad y la suavidad.

 

Aquí no hay dureza, solo apertura. Una especie de rendición.

Bare no se trata de estar vacío, sino de estar desprotegido. Refleja la ternura de permanecer plenamente en la propia verdad, sin armadura, sin pretensiones. Invita al espectador a sentir, no a definir.

 

Un momento de quietud. Un resplandor interior.

Un análisis íntimo de lo que significa simplemente ser.