Laura Pretto Vargas

Fundus Oculi es una meditación visceral sobre la percepción: sobre lo que subyace bajo la superficie de la visión y lo que se expone cuando nos atrevemos a mirar hacia dentro. Su nombre deriva del término anatómico que designa la superficie interior del ojo, y evoca una sensación de vulnerabilidad anatómica, como un corte transversal de la propia consciencia.

 

La composición está dominada por una forma central similar a un ojo, dividida en dos, con una costura rota unida por hilos enredados, que evoca nervios expuestos o recuerdos desgastados. La rica textura de color óxido que rodea la forma evoca carne envejecida o tierra quemada, imbuyendo la obra de una presencia corpórea. Existe una tensión entre lo orgánico y lo escultórico: la curvatura tallada se percibe casi quirúrgica, mientras que el pigmento crudo y el hilo sugieren algo profundamente humano: herido, pero vivo.

 

La pieza parece preguntar: ¿Qué sucede cuando la visión no es externa, sino interna?

¿Cuándo miramos dentro del fondo del ojo, no del alma?

 

Esta es una obra de arte sobre la fractura y el enfoque.

Se trata de unir lo que ha estado dividido y de confrontar las delicadas capas detrás de cómo vemos y de lo que elegimos no ver.